domingo, 9 de marzo de 2014

Capítulo 34#



Salimos de la cocina como tomates, ¿Por qué tenían que hacerme pasar tanta vergüenza delante del chico que me gusta? ¿No podían esperar a que se vallan? Y mejor, ¿Por qué tuvieron que darle preservativos? ¡No lo entiendo!
-¿Los utilizareis?-preguntó burlona Cloeh cuando llegamos donde se encontraban todos.
Definitivamente, yo la mato.
-¿Lo preguntas para utilizarlos tú?-respondió Zayn también burlón. Reí.
Cloeh rió, pero no contestó así que empezamos a hablar sobre otro tema.
-¿Qué haremos esta tarde?-pregunto Harry.
-Si queréis podemos hacer una barbacoa en mi casa-propuso Sara.
-Corrección-empezó Cloeh- ellos hacen la barbacoa y nosotras vamos a la piscina.
-Estoy de acuerdo-dije yo.
Los chicos gruñeron y nosotras reímos.
-Venga, ir cada uno a su casa y coger el bañador.
Como yo ya estaba en mi casa, subí a mi cuesto y cogí lo necesario; bañador, crema solar, toalla y mi pistola de agua…Seguro que la iba a necesitar.
(NARRA CLOEH)
Mire subió a su habitación para coger su bañador y las cosas imprescindibles para ir a la piscina y cuando estuvo lista, todos me acompañaron a mi casa.
No habíamos puesto de acuerdo en que íbamos a pasar por todas la casas para recoger lo que íbamos a necesitar, así no tendríamos que esperar a nadie para hacer la barbacoa.
-Esperadme en el sofá, ahora mismo bajo-anuncié subiendo las escaleras para entrar a mi habitación.
Abrí el armario y busqué mi bañador para meterlo en una bolsa junto con la toalla y mis gafas de sol.
Pensé en que me podía hacer falta y pensé que quizás Mire no había cogido crema solar, por lo que metí también.
Miré mi habitación para ver si encontraba algo que debía llevarme y vi mi pistola de agua. No dude ni un segundo en meterla también. Conociendo a Mire, también se la abría llevado, y no vendrá mal hacer una guerra de agua, ¿no? Hoy hacía mucho calor.
-Ya estoy-avisé.
Salimos de casa y nos dirigimos a la casa de los chicos, ahora les tocaba a ellos.
-Hacer lo que queráis, menos destrozarnos la casa y todo lo que eso conlleve-empezó Liam-bueno, pensándolo mejor, no hagáis nada, sentaros en el sillón y no moveros de ahí.
Mire, Sara y yo nos reímos y nos sentamos en el sofá.
-Mire, ¿Tienes la pistola?-pregunté.
-¡¿pistola ¿!-gritó Sara
-De agua, burra-le dio una colleja Mire-y sí, la tengo, ¿Tu?
-También-sonreímos y esperamos a que bajaran
Estuvimos hablando de temas triviales durante al menos diez minutos, ¿Qué estaban haciendo?
-¿Pero cuanto tardan en bajar?-preguntó aburrida Sara.
-Ni idea, pero luego se quejan de nosotras.
-¡Chicos!-grité-oh bajáis ya, u os quemamos la casa.
-¡Ya vamos, ya vamos!-contestó Zayn bajando las escaleras- perdón por la  tardanza, pero somos cinco y solo tenemos tres baños.
No dijimos nada, nos levantamos y caminos hasta la puerta.
Cuando todos estuvimos fuera, nos pusimos rumbo a casa de Sara que quedaba a unas dos calles de donde nos encontrábamos.
Llegamos y lo primero que hice fue subir hasta la habitación de Sara para ponerme el bañador y así bañarme cuanto antes. Mire y Sara me siguieron y cuando hubimos terminado, bajamos descalzas, y con las toallas ocultando las pistolas.
Pisamos el jardín y vimos como los chicos peleaban por ver quién hacía qué. Reímos.
Nos acercamos a una hamaca que tenía Sara y dejamos las toallas con cuidado para que no se vieran las pistolas y directamente, nos tiramos al agua.
¡Estaba buenísima!
[…]
-¿Habéis terminado ya?-pregunté levantándome de la hamaca.
-Casi, podéis ir poniendo la mesa si queréis-contestó Louis.
-Claro.
Llamé a las chicas y empezamos a poner la mesa.
Comeríamos fuera, porque hacía un día estupendo, así que no me molesté en vestirme del todo, solo me puse los pantalones vaqueros de antes y ya está.
Mireya decidió ponerse la camiseta y Sara se cambió entera.
Terminamos de poner la mesa justo cuando los chicos terminaban con la barbacoa.
Nos sentamos en la mesa de piedra que tenía Sara en el jardín, -que tengo que decir que era bastante bonito- y nos pusimos a comer.
-¿Cuándo os dan las vacaciones en el instituto?-preguntó Niall, que se encontraba a mi lado.
-Pues dentro de tres días tenemos unas mini vacaciones de una semana-pausé- aunque no sé por qué pero bueno. ¿Y vosotros?
- dentro de una semana tenemos dos semanas para hacer lo que queramos-contestó Harry.
-¿Qué tal si nos vamos de viaje?-propuso Liam.
-Lo veo difícil-empezó Mire- cuando vosotros cojáis vacaciones, nosotras estaremos en el colegio.
-¿Y qué?-preguntó Niall.
-que nuestros padres no nos van a dejar saltarnos clases para estar con vosotros,  y menos en un viaje solos-contestó Mire.
-pensarán que queremos gastar los preservativos que María le dio a su hija-solté con gracia recibiendo un trozo de pan por parte de Mire- ¡Oye!
-¡Ya te vale!-gritó al enfadada.
-Vale… lo siento-sonreí.
Terminamos de comer y los chicos se pusieron los bañadores para bañarse.
(NARRA MIREYA)
Me senté en la hamaca después de quitarme la camiseta par tomar el sol y cerré los ojos para disfrutar al máximo.
-¿Tienes calor?-susurró una voz masculina en mi oído.
-Un poco-respondí al darme cuenta de que era Zayn.
-pues déjame refrescarte-noté como un chorro de agua caía en mi espalda.
Me levanté de golpe.
-¡Me las vas a pagar!-grité.
Me agaché y de debajo de la hamaca saqué la pistola de agua que ya estaba cargada y empecé a tirarle.
-¡Guerra de agua!-gritó alguien y entonces, nadie salió seco de aquí.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Capítulo 33# parte II



Toda la noche pasó entre bailes, risas y besos, muchos besos. Quizás fueron las copas, o simplemente querían demostrar cuanto se querían, pero para Mire fue la mejor experiencia que nunca antes había sentido, ¿Se estaría enamorando? Si la respuesta era positiva, tenía miedo, mucho. Sabía que Él jamás le engañaría o le haría daño, pero estar enamorada eran palabras mayores.
Sobre las cuatro de la mañana, se dirigieron a casa de Mire a dormir todos juntos.
                                                                            *****
-¿Cómo vamos a dormir?-preguntó Liam con un poco de sueño.
-Pues no sé vosotros, pero Mire y yo nos pedimos el sofá-dijo Zayn mientras agarraba la cintura de su novia la tiraba junto a él al sofá quedando él abajo y ella encima-buscaos la vida-sonrió.
La verdad es que esa noche todos habían tomado alguna que otra copa y no estaban en sus cincos sentidos.
Se pusieron con mantas en el suelo y demás, excepto Niall y Cloeh, quienes habían bajado un colchón de una habitación.
-Buenas noches-dijeron todos al unísono causando algunas risas.
-te ves hermosa-susurró Zayn al oído de Mire causando un pequeño escalofrío en ella.
-¿Con el pijama?-preguntó ella algo graciosa.
-Sí-sonrió él.
Se miraron a los ojos y a través de ellos pudieron sentir millones de sentimientos, y entre ellos amor.
Zayn aproximó su cabeza para hacer que sus labios se rozaran y así poder repartir caricias en ellos. ¿Cómo podía quererla tanto? No sabía cuando, pero sabía que lo que sentía era fuerte, y le gustaba sentirse así.
-¿Puedo besarte?-dijo casi inaudible  sobre los labios de la pelirroja.
Ella asintió rápidamente, ¿Por qué preguntaba algo que estaba claro? La respuesta siempre sería sí.
Y por fin, junto sus labios con los de él, y se sentía tan bien. Algo dentro de Mireya explotó causando un revoltijo en su estomago, ¿eso eran las ‘mariposas’ de los que todos hablaban? Si era así, le encantaba sentirse así.
El beso era tierno, lento, pausado y lleno de amor. ¿Podía existir algo más perfecto? No lo creo. Él propinaba algunas caricias con su brazo en la cintura de su novia, mientras que ella tenía una de sus manos en su mejilla para profundizar más el beso.
Terminaron el beso y se volvieron a mirar a los ojos. Pero esta vez fue Mireya la que empezó otro beso, este era más fiero. No lo podía creer, ¿De verdad ella estaba besando así?
No sabía por qué había hecho eso, pero le gustaba.
-¿Podéis dejar de comeros delante de nosotros?-dijo una voz femenina desde el suelo, interrumpiéndolos.
Oh, les habían pillado. Mireya estaba que se moría de la vergüenza, y solo atino a esconder la cabeza en el cuello de él.
-oh, vamos, seguro que vosotros estabais igual- replicó Zayn.
Y la verdad era que sí, Niall y Cloeh también tenían una sesión de besos cariñosos, hasta que ella decidió molestar a Mireya.
Nadie dijo nada, y ahora sí, se acostaron a dormir.
                                                                                   *****
Todos se levantaron a causa de escuchar la puerta del comedor abrirse y llevarse la sorpresa de que los padres de Mireya estaban en la puerta. Quienes se habían quedado a cuadros. ¿Cómo era posible que su niña durmiera con un chico? Todavía no habían podido hablar con ella sobre ese tema, ya que no saben cómo hacerlo, pero tendrían que aproximar la charla a ya.
-¡Tenéis 10 minutos para vestiros y recoger todo!- anunció el padre de Mireya.
Inmediatamente todos se levantaron, y mientras unos se cambiaban otros recogían.
Mireya no paraba de pensar en la que le caería encima, ¡Le habían visto dormir con Zayn! Estaba muy avergonzada. No por dormir con él, de hecho, le encanto, pero tenía vergüenza de que sus padres les había viso.
                                                                     *****
-hija, tu padre y yo queremos hablar contigo-avisó María un tanto seria.
Era la hora.
Llegó la charla.

martes, 19 de noviembre de 2013

Capítulo 33# parte I



-Diciembre-
-¡vamos! ¡No tenemos todo el día!-gritó Sara por un pasillo del supermercado en el que se encontraban.
-Dios, con esto del cumpleaños de Lou, Sara está histérica- le susurró Cloeh a Mire con un tono bastante humorístico, a lo que Mire soltó una carcajada-mejor sigámosla antes de que venga y me arranque un pie o algo.
Mire, Cloeh y Sara se encontraban en el supermercado, comprando algunas cosas necesarias para la noche. Hoy le habían planeado una fiesta sorpresa a Louis en un local que consiguieron alquilar.
La fiesta no sería grande, simplemente estarían las familias de ellos y amigos muy íntimos, no querían que se estropeara aquella noche.
Mientras ellas compraban todos-excepto Louis- estaban organizando la decoración del local.
-Niall, ayúdame con esto-dijo Liam subido a una escalera para colgar el cartel de “Feliz cumpleaños”
Niall dejó los cubiertos en la bolsa, ya que su terea era ordenar los cubiertos, vasos y servilletas, y se acercó a dónde se encontraba Liam.
Hace tres semanas que su relación ya no era tensa, desde que Liam conoció a Mandy, ya casi no le roba la chica, el cual agradece poder pasar más tiempo a solas con ella.
Liam sin embargo, ya no pensaba-tanto- en Cloeh. Hace ya varias semanas se había dado cuenta que solo era un encaprichamiento, le quería sí, pero como se le puede querer a una amiga. Él ahora estaba conociendo a una chica maravillosa, Mandy. Quién le sacaba sonrisas por cada tontería que dijera. Y la verdad, se sentía mucho mejor, ya no tendría por qué comportarse raro con Niall, ya que antes actuaba raro por los ‘celos’.
-gracias-agradeció Liam. Niall se limitó a sonreír verdaderamente.
Cada uno siguió con lo suyo, hasta que fue la hora de cambiarse para el gran acontecimiento.
                                                                        *****
Te recojo a las nueve, ¿Va bien? Te quiero” recibió Cloeh mientras se terminaba de arreglar el pelo.
Está bien, yo también” contestó ella con una pequeña sonrisa en los labios.
Hace tres minutos le había llegado ese mensaje, que sin ninguna duda, le había alegrado mucho.
Después del centro comercial, comieron en casa de Sara y sobre las cinco cada una se fue a arreglarse a su casa. Cloeh se había quedado dormida hasta las siete, pero no le molestaba, tenía tiempo hasta las nueve, y además solo le faltaba por ponerse aquel precioso vestido color negro que se había comprado para una ocasión especial, y, ¿Qué mejor que esta?
Cuando terminó por complete miró el reloj dorado de su muñeca, el cual conjuntaba con su cinturón fino y sus tacones dorados. Se podría decir que Cloeh aquella noche se veía muy hermosa.
Se vestido se pegaba a su piel resaltando sus curvas, y le llagaba más arriba de las rodillas. Le costaba andar algo con los tacones de seis centímetros que Irene se había encargado de comprar para ella.  Nunca se había visto así. Ella no solía arreglarse mucho, pero hoy era una noche especial, y además quería impresionar a cierta persona.
Terminaba de mirarse al espejo cuando el timbre sonó dando a entender que Su rubio, -como le había apodado ella- ya había venido a por ella para llevarla a la fiesta.
Recogió su bolso y metió en el las cosas necesarias como; el móvil, brillo de labios y las llaves, que aunque estaba segura de que no las iba a utilizar, se las llevó, por si acaso.
-Ho-Hola...-tartamudeó el rubio cuando una belleza le abrió la puerta. Nunca pensó ver a Cloeh así vestida. Estaba perfecta- estás hermosa-le besó la frente en forma de saludo.
Se montaron en el coche, y se dirigieron al local dónde sería la fiesta.
Cuando llegaron al local, saludaron a todos, y se sentaron en unos sillones que había por ahí, a esperar a que el cumpleañeros llegara.
                                                                                  *****
-Vamos, llevo como media hora esperando a que te arregles y aún no bajas-gritó un Louis desesperado asomándose por el hueco de las escaleras.
Le gritaba a Sara, quién tenía que esperar hasta las nueve y media para que no pillaran con la sorpresa a medias.
-Ya voy-gritó de vuelta-y nada más has esperado como diez minutos-añadió bajando el último escalón y WOW a Louis casi se la cae la baba. Sara hoy tenía que ir perfecta, y anda que lo estaba.
-Es-estás…her-hermosa-tartamudeó-espera, ¿Por qué te arreglas tanto? ¿No me habías dicho que solo íbamos a casa de una amiga a recoger no se qué de un trabajo?-preguntó confuso y sin dejar que Sara contestara, añadió- ¿No tendrá un hermano o algo así por el estilo y te gusta, verdad?-temió la respuesta.
-claro, tiene un hermano,  que está para comérselo-dijo sarcástica, pero Louis no lo notó así que se molestó ya que tenía pensado decirle lo que siento hoy, pero si ella quiere ‘comerse a otro’ allá ella.
-¿Vamos?
-claro-respondió con una sonrisa, Sara al darse cuenta de que se había puesto celoso.
Se subieron al coche, y prendieron rumbo al local. Claro, sin que él lo supiese.
                                                                   *****
Nada más llegar al local, bajaron del coche y se apresuraron a abrir la puerta.
Primero entró Louis, claro a petición de Sara.
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS!-Gritaron todos a coro.
Louis lo único que atinó a hacer fue llevarse las manos a la boca y abrir esta en forma de ‘O’
¡Nunca abría pensado que sus amigos le hicieran una fiesta sorpresa! De hecho, se decepcionó al no recibir ningún mensaje de ninguno de los chicos y parejas felicitándole por su cumpleaños. Pensaba que se habían olvidado de él, y ¡Qué equivocado estaba! Sus amigos jamás podrían olvidarlo.
Todos se acercaron a abrazarle, mientras le volvían a felicitar y cuando terminaron aquel enorme abrazo Cloeh gritó:
-¡Qué comience la fiesta!
El Dj se puso a pinchar  y  los demás se fueron por ahí a bailar.
                                                                                     *****
-¿podemos hablar?-dijo algo nervioso Louis-tengo algo que decirte.
Sara no contestó, estaba más que seguro de lo que iban a hablar, y ella le diría que sí, claro, siempre y cuando sea lo que ella estaba pensando.
-No sé cómo decirte esto, es difícil-se rascaba la nuca con su brazo derecho. Símbolo de nerviosismo. Y la verdad es que lo estaba pasando mal, no sabía si decírselo o no, ¿De verdad ella se comería al hermano de su amiga?
-Solo dilo, no tienes nada que temer-le dio un doble sentido para darle fuerza.
-haber, sé que llevamos poco tiempo conociéndonos, bueno, no tan poco, más de cuatro meses y bueno…me gustas, y mucho, me atrevo a decir incluso que te quiero. Me he dado cuenta de que no para de hablar de ti, que sueño con que estoy contigo todas las noches y en realidad ese es mi mayor deseo-pausó-sé que puede que esté estropeando nuestra amistad, pero necesitaba decírtelo ahora antes de que te ’comieras’ al hermano de tu amiga…-hico comillas con la palabra ‘comieras’ y con un tono bastante molesto, lo que causó gracia a Sara-no te rías-se ofendió.
-Es que es gracioso, estás gracioso por alguien que no existe.
-¿No existe?-estaba algo confuso.
-No, tenía que engañarte para venir aquí-sonrió-y por cierto, tú también me gustas.
Se acercó a él y le dio un beso en los labios. Cuando se separaron se miraron y sonrieron.
-entonces… ¿Quieres ser mi novia?-preguntó ahora más seguro.
-Sí.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Capítulo 32# parte I



¿Quién pensaría que Dani se haría responsable de aquello? ¿De verdad había cambiado? ¡Y tanto! Ahora era fiel y responsable. Bueno, responsable en todo sentido de la palabra no.
Él había decidido practicar con Diego eso de ser padre, y no se puede negar, sería un buen padre, pero ¡vamos! No puedes dejar a tu hijo con un desconocido porque tienes ganas de ir al baño.
Era responsable en algunos puntos, no en todos, pero sí en los suficientes, y se alegraban. Lara tendría una vida maravillosa junto a su familia… Ella siempre soñó con formar una familia, y ahora la tendría, pronto, pero la tendría.
El día que Lara comunicó la noticia, celebraron por todo lo alto, aunque no todos celebraron, Dani todavía seguía un poco aturdido por la noticia, ¡pero estaba muy feliz de aquello! Al principio pensó que era algo pronto, pero ¿Qué más da el tiempo cuando estás con la persona que quieres?
Una semana después, Lara se había mudado al apartamento de Dani ya que Mire no podía estar siempre para ella y mucho menos salir en la madrugada a comprar sus antojos. Pero estaba muy feliz, apenas discutían y Diego se lleva de lo mejor con Dani.
Mire y Cloeh estaban muy felices, ya que serían tías. ¡Vaya! Estaban deseando que naciera el pequeño o la pequeña. Eso sí, discutían todo el tiempo por quién sería la madrina del bebé, algo pronto, ¿no? Pero estaban ansiosas.
En el último mes nada malo le había pasado a Cloeh. De hecho, habían hecho una amiga, Irene.
Ella iba al mismo colegio que ellas y en lengua les tocó hacer un trabajo juntas. Irene era una persona realmente divertida, de ser una chica que se sentaba sola en la clase, pasó a ser una compañera de bromas para los chicos.
Irene –Airin para las amigas-  era bajita, y muy tierna. Su pelo castaño le llagaba más o menos por la cintura y lo tenía algo rizado, hacían un conjunto perfecto con sus ojos color café. Ella era bastante extrovertida y atrevida ¡quién lo diría! Cloeh y Mire pensaron que sería tímida, ¡Pero no es para nada tímida! Y ¿por qué no decirlo? Era igual de hermosa que las otras tres. Y si no, que se lo pregunten a Harry, que quedó prendado con la simpatía y belleza de esta señorita nada más verla.
-¿Sabéis que queda un mes para navidad?-preguntó Sara de  la nada. Todos se encontraban en el salón de casa de Liam, excepto Louis y Sara quienes habían salido a comprar una pizzas para merendar
-Sí, y también para el cumpleaños de Lou-añadió Harry con una sonrisa. Ese día tenía pensado pedir ser su novia a Irene. Ellos tonteaban y se veía a quilómetros que se querían, pero en ese pretexto, Irene era muy tímida.
-podríamos hacerle una fiesta sorpresa-objetó Cloeh.
-estoy de acuerdo-concordó Mire.
Se pusieron a planear la sorpresa de su amigo hasta que oyeron la puerta abrirse y dejar paso a un Louis muy sonriente y Sara.
-ya hemos vuelto chicos-dijo Louis dejando unas bolsas con un contenido para los presentes esa tarde.
-oh, no lo sabía no te había visto, ¿Cómo has entrado?-se burló con un tono sarcástico Irene haciendo que todos soltaran una pequeña carcajada.
-vale, vale, no hace falta que me mates con tu sarcasmo-contestó él.
Hacía mucho que no se divertían tanto tiempo juntos por motivos diferentes; o era el colegio de las chicas o los conciertos y entrevistas de los chicos. Ellos por su parte estaban algo estresados, sobretodo Liam, Niall y Zayn quienes contaban las horas para ver a sus princesas, aunque dos de ellos, compartían princesa sin saberlo.
Liam estaba enamorado en secreto de Cloeh y Niall intuía algo por como la trataba, pero quería pensar que jamás le quitaría a su princesa, aunque él tampoco iba a perderla, ya que era su princesa y había esperado mucho tiempo hasta encontrarla.
Decidieron ir a un parque que quedaba cerca de casa de Liam, y allí jugaron.
Liam estaba sentado en un banco, hasta que le pareció oír un sollozo, alguien lloraba.
Se levantó y se giró para encontrarse con una chica que se encontraba de espaldas a él, y que parecía que estaba llorando.
Se acercó algo temeroso y en silencio a ella. Quería ayudarla.
-perdona que te moleste, pero… ¿Estás bien?- <<¿cómo rayos va a estar bien? Esta llorando, está claro que no está bien>> se reprendió el muchacho al darse cuenta de la estúpida pregunta que le había formulado.
-No molestas…-contestó la chica intentando darle una sonrisa. Liam se sentó en la acera donde ella se encontraba.
-no quiero parecer cotilla…pero, ¿Por qué lloras?
-oh, corazón roto-contestó ella intentando parecer que no estaba afectada, pero la verdad es que le había dolido ver como su ‘novio’ besaba a su ‘mejor amiga’ en una fiesta a la que había ido juntos- es lo que tiene encontrarse a tu novio y tu mejor amiga unidos por la boca mientras se traspasan saliva intentando ocultarse de mí, pero el tiro les salió por la culata-intentó animarse ella sola como hacía siempre, ella no era de  tener muchas amigas y estaba acostumbrada a estar sola en la habitación del orfanato en donde vivía antiguamente. Ahora había conseguido un apartamento pequeño, pero perfecto para ella.
-Oh-se sorprendió él. No podía encontrar sentido a eso. ¿Cómo alguien podía engañar a alguien tan hermosa como ella? Se preguntó a si mismo-quizás, no era tu amiga, y el no sea el príncipe que esperabas-dijo sin  pensar y con un doble sentido, que ella captó e hico que se ruborizara ¿Pero qué le pasaba? Decía cosas sin sentido, aunque ciertas- perdona que lo diga, pero tú ‘novio’-hico comillas con los dedos- es un poco tonta al dejar a una hermosura como tú.
-supongo que gracias…-pausó- ¿sabes?, has conseguido alegrarme lo que queda de noche y me encantaría seguir hablando, pero tengo que volver a casa, es un poco tarde y tendré que pedir un taxi.
-oh, no, no, no, ni hablar, te llevo yo, no puedo dejar que una dama como tú ande sola por la noche por Londres-dijo rápidamente y poniéndose de pie y tendiéndole una mano para que ella se levantara.
Ella no se negó. Le había gustado el chico. Le parecía tierno, y le daba que iban a llevarse muy bien.
Liam presentó a la chica, la cual se llamaba Mandy, a los demás y también les cayó muy bien.
Pasada la media noche, cada uno se fue acompañar a sus respectivas parejas a sus casas. Mañana sería un día movido para todos.
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Ya todos estaban listos para ir al centro comercial. Habían quedado allí para ir al cine y pasar una mañana de amigos.
Solo faltaban Niall y Cloeh, quienes se encontraban en casa del rubio, dormidos ya que la noche anterior se habían quedado hasta tarde viendo películas de miedo causando que Cloeh no se pudiera dormir y el rubio tuviera que acunarla para que pudiera dormir bien. Pero hasta que eso ocurrió, pasaros las tres de la madrugada. Mientras no conseguía dormirse, se decían cosas bonitas y él cantaba algunas canciones en el oído de la castaña.
-¡Mierda! ¡Vamos tarde! ¡Niall, vístete! No van a matar-gritó la castaña al darse cuenta de que llegaban media hora tarde.
Niall se levantó de la cama de un salto y se vistió al igual que Cloeh, ahora no tenían tiempo para pensar, así que se cambiaron el uno frente al otro, pero cada uno en su mundo y pensando en la bronca que les iba a caer. 
Pero Cloeh al quitarse los pantalones largos del pijama, se tropezó y cayó encima de Niall y este cayó en la cama. Ella cerró los ojos como un acto reflejo al verse en el suelo, pero los abrió al darse cuenta de que no había tocado suelo y había caído en algo blandito.
Se miraron a los ojos, y acortaron la distancia sellándola con un bonito beso demostrando lo mucho que se querían. el beso comenzó suave y con caricias por parte de el a ella e su esplada baja y por parte de ella a él en su nuca, pero luego pedían más, así que se torno algo salvaje.
Hasta que el tono del móvil les interrumpió. ¡Asco de móvil! Pensaron los dos, pero los dos se sonrojaron al darse cuenta de cómo estaban. Cloeh encima de él sin pantalones y él sin camisa.
Cloeh se quitó de encima de su novio y atendió la llamada de una desesperada Mireya, quién quería saber que hacían sus dos amigos.
Nada más terminar la conversación, se montaron en el coche del rubio para poner rumbo al centro comercial.