Llegamos veinte minutos después, ya que fuimos andando, nos
apetecía pasear.
-¡llegamos!-grité entrando por la puerta-¿Qué haces
aquí?-pregunté con los ojos abiertos como platos al ver a Rebeca en casa.
Ella siempre ha sido amiga de Cloeh, y a mí no me cae nada
bien, y Cloeh lo sabe, así que no creo que ella le haya invitado.
-Hola Mire, Rebeca ha venido, pero ya se iba-dijo Cloeh
antes de que ella contestara.
-todavía es pronto, y estoy con mi amigo Saúl, ¿A qué si,
bombón?-añadió ‘sensualmente’ o al menos hico un intento. Me reí ya que me di
cuenta que estaba ligando con un gay. Pobrecilla, se va a llevar un chasco.
-Rebeca, ya te he dicho que no ligues con Saúl-pausó- el es
mío-añadió con un toque muy gracioso. Vi de reojo a Niall que lucía molesto, muy
molesto.
-Pues entonces ligo con el rubio-dijo como si nada rebeca.
Vi la car de horror del rubio y reí. Esto cada vez se ponía mejor.
-¿¡Qué?!-gritó poniéndose de pie-pon el freno vaquera, deja
al rubio en paz-se dirigió a él y se sentó a su lado, Niall se limitó a poner
una cara de alivio. Volví a reír.
Rebeca miró para todos los chicos, y todos decía: “cogido” o
le miraban con cara de: ‘me tiras y te tiro, pero por la ventana’.
Solté una carcajada.
-¿Y tú de qué te ríes?-preguntó con asco. Será borde.
-De que eso de ligar no se te da bien-dije graciosa.
-Llegó la lista, cállate, si tu no ligas, no me vengas a
decir cómo se hace.
-estúpida, lo decía porque estas ligando con un gay y con
cinco chicos que tienen pareja-exploté- y siento si te he ofendido por lo de
gay, Saúl-le miré
-ni te preocupes-me correspondió la sonrisa.
Rebeca no dijo nada, y se fue, claro, no sin antes mirarme
mal, muy mal.
-La próxima vez me pongo una pegatina que ponga: ‘Gay’-soltó
de repente Saúl causando carcajadas de parte de todos.
Estuvimos hablando de cómo se lo habían pasado Sara y Cloeh
en el trabajo y en el encontronazo de Oscar en mi trabajo.
****
Los días pasaron, y eran prácticamente iguales, hasta que
llegó el día del concierto. Para ese día ya teníamos las entradas, y era con
M&G. Sí algo tonto por nuestra parte, porque técnicamente nos veíamos todos
los días, pero Cloeh es algo paranoica, así que quiso comprar M&G. No le
pongo pegas.
Ahora mismo estábamos en el taxi preparadas para un
concierto genial. Y adivinar qué… Rebeca nos ha acompañado a ir, ¿Para qué? No
lo sé. Pero algo se trama, desde que tuvimos la pequeña pelea, ha ido a por mí
a muerte.
-Bueno, pasáoslo bien, suerte-se fue con una sonrisa
maliciosa en la boca. Algo tramaba.
Nos pusimos en la gran cola y esperamos a nuestro turno.
*****
Después de casi tres horas y media, nos tocaba.
Cloeh sacó su bolso y buscó las entradas.
-No están-susurró-aquí no están, y juro por mi madre que las he metido-dijo ya
segura.
Nos pusimos a un lado para que las demás pudieran pasar
y tiramos todo lo del bolso de Cloeh al
suelo. Nada. No estaban. ¿Dónde estarán? Me giré y vi la cola. ¡NO PUEDE SER!
¡Rebeca tenía las entradas! ¡Nos las había robado! ¡Pues me iba a escuchar!
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