sábado, 9 de noviembre de 2013

CAPÍTULO 29#



Desperté con un ruido que anunciaba nuestra vuelta a Londres, ¿Tendía que estar triste? No lo estaba. No dejaba nada aquí. Saúl vendría a Londres a visitar una prima  y se quedaría allí una temporada.
-Es la hora de levantarse-grité sin obtener respuesta. Así que como sabía que estaban algo dormidas, decidí despertarlas a mi manera.
Fui a la cocina, hice dos tostadas y las unté con mantequilla y mermelada de fresa. Fui a la habitación y volví a gritar-¡Es hora de levantarse!- y como volví a tener el mismo resultado, puse en marcha mi plan. Me acerqué a ellas que dormían en paralelo, las tenía en la posición perfecta. Preparé una tostada en cada mano y grité: ‘TABITOSTADAS, TABITOSTADAS! Mientras restregaba las tostadas por sus caras.
-¡QUÉ ASCO, VAS A MORIR!-Gritó Sara mientras corría al baño. En ese momento, sonó el timbre, corrí a abrir esperando que fueran los chicos para poder reírme, y efectivamente, eran ellos.
Los empujé hasta la habitación y se encontraron con Mire y Sara maldiciéndome mientras se quitaban la mermelada y la mantequilla de la cara.
Soltaron una ruidosa carcajada y ellas les fulminaron con la mirada. No podía parar de reírme, hasta que una tostada aterrizó en mi cara. Mi boca se abrió en forma de O.
Ahora todos reíamos, incluida yo. Seguimos con las risas como dos minutos, y luego nos fuimos a lavar la cara.
Hoy viajaríamos de nuevo a Londres. La verdad, echaba de menos a mi familia, suena raro, pero es así.
                                                                         ****
El aeropuerto estaba repleto de fans, así que nosotras nos apartamos un poco de los chicos para que firmaran y se tomaran fotos, no nos importaba, de hecho nos gustaba.
Durante el viaje pasó algo demasiado raro, bueno, no tan raro. Yo pensaba que nos sentaríamos Niall y yo juntos, somos pareja, ¿No? Y eso es lo que hacen las parejas ¿Verdad?
Pues no, él se sentó con Harry, y yo me senté con Liam, ¿Estaba enfadado? No lo sé, y yo no creo que haya hecho algo para que se enfade. Pero aún más raro fue el comportamiento de Liam, me dejó algo…no sé diferente.
Cuando terminaron, nos fuimos a casa, y no aguanté, tenía que hablar con él, lo único que hacía era evitarme.
-Podemos hablar-le toqué la espalda, él se giró y me miró a los ojos-por favor.
Él no dijo nada, tan solo se limitó a sentarse en un sofá apartados de los demás  y hacer un movimiento con la cabeza.
-¿Qué te pasa, por qué me evitas?-dije con un toque de tristeza en la voz, mientras le miraba directo a los ojos- ¿He hecho algo mal? ¿Te he ofendido? Si es así, lo siento, no quería…
-No eres tú-me cortó- soy yo…
-Ya no te gusto ¿verdad?-le corté como é había hecho conmigo.
-Sí me gustas, mucho, siento mi comportamiento distante, pero soy algo inseguro y…-se calló antes de terminar la frase.
-¿Y…?- le ofrecí a que siguiera.
Él solo negó con la cabeza y me dio un pequeño beso en los labios-Te quiero-dijo y se levantó.
No os voy a decir que esa charla me tranquilizó, porque no lo hico, pero si me destensó.
Volví con los demás y pusimos rumbo a casa, claro, cada uno a la suya.
Mañana Mire Sara y yo tendríamos que comprar los uniformes de colegio, Genial, ¿no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario