Dos semanas habían pasado, y todo estaba normal. Exceptuando
que Mire y yo hemos empezado el colegio. Eso ha sido lo peor. Vamos al mismo
colegio que Carlos, Matt y para colmo, Jenny. Jenny de momento ha pasado de
nosotras, pero sí que la veo mandarnos miradas asesinas y riéndose de nosotras,
aunque yo sigo sin saber qué es lo que le hemos hecho.
-¿Qué vamos a hacer hoy?-pregunté tumbándome en el sofá
donde todo el mundo estaba acostado.
-No lo sé, ¿Qué te apetece hacer?-dijo Liam con su sonrisa característica.
-¿A mí?-pausé mientras pensaba- quiero ir a comprarme un
perro-finalicé con una sonrisa en la cara.
-¿Un perro? Y, ¿no prefieres un gato?-añadió Harry.
-No, me gustan más los perros.
Hicieron caso omiso a mi comentario, y siguieron en sus
mundos
-Aburridos- les acusé mientras iba a la cocina a hacerme un
pequeño bocadillo.
Me senté en la mesa de la cocina, y empecé a comérmelo,
hasta que alguien entró en la cocina.
Liam.
Le sonreí, y él se sentó al lado mío.
-¿Qué haces?-preguntó.
-comer-contesté.
-ah, yo pensaba que estabas cuidando de un pez-dijo
sarcástico.
-¿Has venido solo ha reírte de mí?-me enfadé.
-¡NO¡-pausó- digo, no-se relajó- es que estaba aburrido, y
dije pues voy a ver que hacer Cloeh.
La verdad, había algo en Liam que me llamaba la atención, no
en la forma de que me gusta y eso, si no es que su comportamiento hacía mí y
hacía Niall a cambiado. Conmigo es un príncipe en persona, y con Niall es frío y cortante, ¿Se
habrán peleado? ¡Rayos! Espero que no, no quiero que la banda se separe ni nada
por el estilo.
-pues ya ves, como-sonreí.
En ese momento la puerta se abrió dejando paso a Niall.
-Hola-dijo algo seco-vengo a por un vaso de agua, ¿Interrumpo?-miro fijamente a Liam.
-No, ¿Qué ibas a interrumpir?-contesté yo algo confundida
por su comportamiento.
Parece que dudó, pero fue a la botella a por un vaso de agua,
bebió el agua del vaso, y se puse enfrente de mí con una sonrisa. Me abracó,
haciendo que abriera las piernas para dar una posición más cómoda. Liam se fue,
y no me dio tiempo a preguntar el porqué porque Niall me besó.
Noté que este era un beso diferente, en el se transmitían
todos nuestros sentimientos; amor, cariño, tranquilidad, e incluso miedo, pero
¿miedo? ¿A qué? Os preguntareis. Fácil. A perderlo o a que juegue conmigo.
Sus manos recorrían mi espalda baja, y yo tenía mis manos en
su cuello, profundizando más el beso. Me encantan sus besos. Puedo decir que
soy adicta a sus besos.
-¿Y eso?-pregunté cuando terminamos el beso -que me dejó
completamente loca,- refiriendome a este.
-No lo sé, cada vez que veo tus labios, quiero
besarlos-contestó dándome un pequeño beso en la nariz- soy adicto a tus besos.
-yo también.
[…]
(Narra Mireya)
-¿Me quieres?-me preguntó Zayn.
No me dio tiempo a decir una respuesta ya que la puerta de
casa de Cloeh se abrió dando paso a una Lara envuelta en lágrimas y acompañada
de un chico que me parecía conocido, espera, ese ¿era Dani? ¿Qué hacía aquí? ¿Había
hecho daño a Lara? Como sea un sí, este se va con un ojo morado, lo soporté una
vez, pero no dos.
-¡Tata!-gritó diego quién se había quedado a nuestro cargo
ya que Lara se había ido a no sé dónde.
Ella abracó a su hermana como si no hubiera mañana, y Cloeh salió
por la puerta. Iba a saludar, pero al ver ese panorama.
-¿Qué haces llorando?-preguntó a Lara-¿y tú qué haces aquí?
¿Has sido tú quien le ha hecho llorar? Porque como sea un sí, te vas de aquí
sin ningún diente-añadió como si me hubiera leído el pensamiento.
-juro que yo no he hecho nada-levantó las manos-no sé qué es
lo que pasa, habíamos quedado, pero nada más venir se ha puesto a llorar y a
decir: ‘lo siento’, o ‘no me dejes’
¿Qué será, le habrá engañado? No creo, Lara ya tiene 20
años, y quiere una relación estable.
Me levanté del sofá y
fui a abrazarla.
-Lo siento, pero no me dejes por favor-suplicó ella-y no me juzguéis.
Nos sentamos en el sofá y esperamos a que se tranquilizara.
Pasaron como 15 minutos y seguía llorando.
-Teta, ¿Qué te pasa, por qué lloras?-preguntó su hermano
pequeño mientras le abracaba. No había visto una escena tan tierna.
-Cariño, es que le ha pasado algo a tu hermana, y no sabemos
el qué-añadió Cloeh.
-¿El qué, tata?-se dirigió a ella.
-tú no lo entiendes, cariño, pero creo que es hora de que lo
diga-se sorbió la nariz y se dispuso a darnos la gran esperada noticia-tengo un
retraso de tres semanas…-suspiró.
Cloeh y yo nos tapamos las bocas con las manos mientras dirigíamos
nuestra mirada a Dani, quien era el más sorprendido. Todo estaba en silencio.
-y, ¿Qué es eso?-preguntó Diego.
-pues que…puede que tengas una sobrina o un sobrino-dijo Cloeh con
una sonrisa, a ella se le daban muy bien los niños y sabía cómo hacerlo.
-¿De verdad?-preguntó él con una sonrisa. Lara asintió con algunas
lágrimas en sus mejillas.
Dani se acercó a Lara, y le abrazó mientras le decía: ‘seremos
papas’
¿Quién lo diría? Quizás ya no tenía que romperle la cara a Dani.
No hay comentarios:
Publicar un comentario