martes, 19 de noviembre de 2013

Capítulo 33# parte I



-Diciembre-
-¡vamos! ¡No tenemos todo el día!-gritó Sara por un pasillo del supermercado en el que se encontraban.
-Dios, con esto del cumpleaños de Lou, Sara está histérica- le susurró Cloeh a Mire con un tono bastante humorístico, a lo que Mire soltó una carcajada-mejor sigámosla antes de que venga y me arranque un pie o algo.
Mire, Cloeh y Sara se encontraban en el supermercado, comprando algunas cosas necesarias para la noche. Hoy le habían planeado una fiesta sorpresa a Louis en un local que consiguieron alquilar.
La fiesta no sería grande, simplemente estarían las familias de ellos y amigos muy íntimos, no querían que se estropeara aquella noche.
Mientras ellas compraban todos-excepto Louis- estaban organizando la decoración del local.
-Niall, ayúdame con esto-dijo Liam subido a una escalera para colgar el cartel de “Feliz cumpleaños”
Niall dejó los cubiertos en la bolsa, ya que su terea era ordenar los cubiertos, vasos y servilletas, y se acercó a dónde se encontraba Liam.
Hace tres semanas que su relación ya no era tensa, desde que Liam conoció a Mandy, ya casi no le roba la chica, el cual agradece poder pasar más tiempo a solas con ella.
Liam sin embargo, ya no pensaba-tanto- en Cloeh. Hace ya varias semanas se había dado cuenta que solo era un encaprichamiento, le quería sí, pero como se le puede querer a una amiga. Él ahora estaba conociendo a una chica maravillosa, Mandy. Quién le sacaba sonrisas por cada tontería que dijera. Y la verdad, se sentía mucho mejor, ya no tendría por qué comportarse raro con Niall, ya que antes actuaba raro por los ‘celos’.
-gracias-agradeció Liam. Niall se limitó a sonreír verdaderamente.
Cada uno siguió con lo suyo, hasta que fue la hora de cambiarse para el gran acontecimiento.
                                                                        *****
Te recojo a las nueve, ¿Va bien? Te quiero” recibió Cloeh mientras se terminaba de arreglar el pelo.
Está bien, yo también” contestó ella con una pequeña sonrisa en los labios.
Hace tres minutos le había llegado ese mensaje, que sin ninguna duda, le había alegrado mucho.
Después del centro comercial, comieron en casa de Sara y sobre las cinco cada una se fue a arreglarse a su casa. Cloeh se había quedado dormida hasta las siete, pero no le molestaba, tenía tiempo hasta las nueve, y además solo le faltaba por ponerse aquel precioso vestido color negro que se había comprado para una ocasión especial, y, ¿Qué mejor que esta?
Cuando terminó por complete miró el reloj dorado de su muñeca, el cual conjuntaba con su cinturón fino y sus tacones dorados. Se podría decir que Cloeh aquella noche se veía muy hermosa.
Se vestido se pegaba a su piel resaltando sus curvas, y le llagaba más arriba de las rodillas. Le costaba andar algo con los tacones de seis centímetros que Irene se había encargado de comprar para ella.  Nunca se había visto así. Ella no solía arreglarse mucho, pero hoy era una noche especial, y además quería impresionar a cierta persona.
Terminaba de mirarse al espejo cuando el timbre sonó dando a entender que Su rubio, -como le había apodado ella- ya había venido a por ella para llevarla a la fiesta.
Recogió su bolso y metió en el las cosas necesarias como; el móvil, brillo de labios y las llaves, que aunque estaba segura de que no las iba a utilizar, se las llevó, por si acaso.
-Ho-Hola...-tartamudeó el rubio cuando una belleza le abrió la puerta. Nunca pensó ver a Cloeh así vestida. Estaba perfecta- estás hermosa-le besó la frente en forma de saludo.
Se montaron en el coche, y se dirigieron al local dónde sería la fiesta.
Cuando llegaron al local, saludaron a todos, y se sentaron en unos sillones que había por ahí, a esperar a que el cumpleañeros llegara.
                                                                                  *****
-Vamos, llevo como media hora esperando a que te arregles y aún no bajas-gritó un Louis desesperado asomándose por el hueco de las escaleras.
Le gritaba a Sara, quién tenía que esperar hasta las nueve y media para que no pillaran con la sorpresa a medias.
-Ya voy-gritó de vuelta-y nada más has esperado como diez minutos-añadió bajando el último escalón y WOW a Louis casi se la cae la baba. Sara hoy tenía que ir perfecta, y anda que lo estaba.
-Es-estás…her-hermosa-tartamudeó-espera, ¿Por qué te arreglas tanto? ¿No me habías dicho que solo íbamos a casa de una amiga a recoger no se qué de un trabajo?-preguntó confuso y sin dejar que Sara contestara, añadió- ¿No tendrá un hermano o algo así por el estilo y te gusta, verdad?-temió la respuesta.
-claro, tiene un hermano,  que está para comérselo-dijo sarcástica, pero Louis no lo notó así que se molestó ya que tenía pensado decirle lo que siento hoy, pero si ella quiere ‘comerse a otro’ allá ella.
-¿Vamos?
-claro-respondió con una sonrisa, Sara al darse cuenta de que se había puesto celoso.
Se subieron al coche, y prendieron rumbo al local. Claro, sin que él lo supiese.
                                                                   *****
Nada más llegar al local, bajaron del coche y se apresuraron a abrir la puerta.
Primero entró Louis, claro a petición de Sara.
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS!-Gritaron todos a coro.
Louis lo único que atinó a hacer fue llevarse las manos a la boca y abrir esta en forma de ‘O’
¡Nunca abría pensado que sus amigos le hicieran una fiesta sorpresa! De hecho, se decepcionó al no recibir ningún mensaje de ninguno de los chicos y parejas felicitándole por su cumpleaños. Pensaba que se habían olvidado de él, y ¡Qué equivocado estaba! Sus amigos jamás podrían olvidarlo.
Todos se acercaron a abrazarle, mientras le volvían a felicitar y cuando terminaron aquel enorme abrazo Cloeh gritó:
-¡Qué comience la fiesta!
El Dj se puso a pinchar  y  los demás se fueron por ahí a bailar.
                                                                                     *****
-¿podemos hablar?-dijo algo nervioso Louis-tengo algo que decirte.
Sara no contestó, estaba más que seguro de lo que iban a hablar, y ella le diría que sí, claro, siempre y cuando sea lo que ella estaba pensando.
-No sé cómo decirte esto, es difícil-se rascaba la nuca con su brazo derecho. Símbolo de nerviosismo. Y la verdad es que lo estaba pasando mal, no sabía si decírselo o no, ¿De verdad ella se comería al hermano de su amiga?
-Solo dilo, no tienes nada que temer-le dio un doble sentido para darle fuerza.
-haber, sé que llevamos poco tiempo conociéndonos, bueno, no tan poco, más de cuatro meses y bueno…me gustas, y mucho, me atrevo a decir incluso que te quiero. Me he dado cuenta de que no para de hablar de ti, que sueño con que estoy contigo todas las noches y en realidad ese es mi mayor deseo-pausó-sé que puede que esté estropeando nuestra amistad, pero necesitaba decírtelo ahora antes de que te ’comieras’ al hermano de tu amiga…-hico comillas con la palabra ‘comieras’ y con un tono bastante molesto, lo que causó gracia a Sara-no te rías-se ofendió.
-Es que es gracioso, estás gracioso por alguien que no existe.
-¿No existe?-estaba algo confuso.
-No, tenía que engañarte para venir aquí-sonrió-y por cierto, tú también me gustas.
Se acercó a él y le dio un beso en los labios. Cuando se separaron se miraron y sonrieron.
-entonces… ¿Quieres ser mi novia?-preguntó ahora más seguro.
-Sí.

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